En la dependencia emocional aparece el miedo a ser dejados, miedo a
ser excluídos de una relación o grupo de pertenencia, llevándonos a complacer, obedecer, satisfacer las
necesidades de la otra persona con tal de que permanezcan con nosotros.
Paulatinamente nos olvidamos de nosotros mismos, nuestras propias
necesidades, adormecemos emociones (por ejemplo el enojo), pues la
prioridad es sostener el vínculo ... ¡al precio que sea!
Pareciese
difícil de entender esto de "pagar cualquier precio" con tal de seguir
en una relación, pues en muchísimas ocasiones nos encontramos que el
precio incluye maltrato, emocional y/o físico; mas es mucho más fuerte
la necesidad interna de sostener este tipo de vínculo tóxico antes que
enfrentar el vacío profundo que se siente adentro.
Reconocer
la dependencia y co-dependencia emocional no es fácil, y generalmente
se descubre a lo largo del tiempo, cuando ya estamos inmersos en este tipo de relaciones, por las señales de desasosiego, desamparo ante la
posible pérdida, angustia o el maltrato llegó a niveles muy altos -entre
otras señales-.
Cuando podemos reconocer nuestra adicción a
personas, nuestra dependencia emocional, entonces estaremos en condiciones de iniciar el camino de salida y cambio de esa relación tóxica.
En
la co-dependencia, nuestra vida se ve afectada por lo que la otra
persona dice o hace, e incluso lo que "no dice o no hace" pues nos
volvemos traductores de señales, gestos, etc. El co-dependiente detecta
la problemática en la otra persona, "sabe que necesita su ayuda", e
intenta cambiarla, ayudarla. Se pone en funcionamiento lo que
denominamos el Salvador/a interno, sintiendo que si somos
nosotros los que dejamos a la otra persona ¿qué será de él/ella? lo cual
trae aparejado sentimientos de culpa. Sigo atado/a a esta relación
tóxica, aunque sepa que lo es ... pero ¿cómo voy a abandonar al Otro?
La
dinámica de la dependencia y la co-dependencia emocional puede parecer
distinta, mas es la misma moneda, y no hay uno sin el otro. Las dos
personas conforman este vínculo, necesitando aprobación, afecto,
reconocimiento: persiste la sensación y emoción de necesitar al otro y ser necesitado por el otro. Ambos son adictos y co-adictos a personas, (sea la pareja, un familiar, en el trabajo).
La
construcción de este tipo de vínculo es un proceso gradual; así también
es la desintoxicación, la salida de ellos. Se requiere tiempo y mucho
acompañamiento hasta que podemos ir aprendiendo a autoabastecernos
emocionalmente, no buscar que la otra persona supla mis propias
necesidades y/o salir de salvar al Otro (aunque nos cueste pensarnos
omnipotentes ... de esto hay una buena dosis, porque creemos que "sólo
nosotros sabemos cómo salvarlo/a", "nuestra ayuda es indispensable").
Poseemos
adentro nuestro los recursos necesarios para salir adelante, para
confiar y querernos a nosotros mismos, sentirnos queribles por Ser, y a
partir de ahí relacionarnos dando y recibiendo afecto, amor, ¡sin pagar
precios por ello!
Dra. Aída Bello Canto
Psicología y Gestalt
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