A veces quisiéramos decirle directamente algo a una persona que nos hirió, desilusionó, enojó, etc... pero ya no está a nuestro alcance para hacerlo, ya sea porque desapareció de nuestras vidas, falleció, o simplemente no deseamos volver a verle la cara, pero sí eliminar de adentro nuestro "lo que aún quedó". También, entra dentro de este rubro las emociones que podríamos sentir hacia alguno de nuestros progenitores, pero que ya a esta altura del partido de nuestra vida, no tiene sentido decírselo por la edad de ellos ... y la nuestra!
Aquí va: busca un lugar cómodo e íntimo, donde puedas estar durante media hora sin que te interrumpan. Siéntate en el piso sobre un almohadón, para que estés cómodo/a o en una silla. Ubica enfrente tuyo otro almohadón u otra silla, según lo que hayas elegido. Ten cerca tuyo, a mano, un almohadón que utilizarás en una parte del ejercicio.
Cierra tus ojos, respira profundo e imagina que tienes enfrente sentado/a a la persona con la cual te quedó algo inconcluso, algo pendiente. Conéctate internamente con ¿qué te gustaría decirle que antes no pudiste? ... date tiempo para encontrar lo que profundamente deseas decirle a esta persona y lo has tenido guardado... Díselo directamente e incluye tus emociones; por ejemplo: " Hace tiempo que quiero decirte que me hiciste mucho daño ... no me sentí tomado/a en cuenta ... y aún sigo muy enojado/a ..."
Deja salir cuánto aparezca en palabras y emociones; permítete llorar, gritar, enojarte, ...
Lo más frecuente es que al principio aparezca enojo, entonces ahí entra en función el almohadón al que hice referencia al principio. Te recomiendo que leas el post "Descargando en un almohadón" para que puedas llevarlo a cabo y eliminar ese tóxico que aún guardas.
Tras este paso, date tiempo a respirar profundo ... pon tu espalda derecha ... vuelve a respirar profundo ... si aparece la tristeza, el dolor sentido, díselo directamente ... déjalo salir ... y termina comunicándole "Quiero que sepas que hoy valoro de mí ...", "He aprendido que ...", "En mi vida hoy elijo ..."
Si el encuentro es con alguno de los progenitores, una vez llegado a este punto inclina suavemente la cabeza en señal de agradecer la vida ...
Te levantas despacio, respiras profundo sintiendo tu espalda derecha y los pies bien apoyados en el piso y giras dándole la espalda a la persona ubicada enfrente, para iniciar una lenta caminata hacia adelante, donde ubicas con tu visión interior tu camino ... das unos pasos, de a uno, sintiendo cómo te sientes al dejar atrás el pasado y yendo hacia adelante ... date tiempo, es muy importante. Coloca mentalmente adelante lo que elijes hoy en tu vida ... visualízalo y camina hacia ello.
Cuando ya has dado varios pasos, y registrando cómo te sientes, abre lentamente tus ojos ...sigue mirando hacia adelante ... ¿cómo estás? Procura regalarte un tiempo tras este ejercicio de estar aún en intimidad, sin ponerte a conversar con otros; realiza algo que te gusta, sea lo que sea (escuchar una música, darte un baño de inmersión, prepararte un té, ...). No recojas de inmediato los almohadones ni las sillas. Sal de ese espacio por un buen rato (ya lo harás más adelante).
Aquellos que poseen un espacio terapéutico pueden ser acompañados en este proceso de "limpieza interior", más no es imprescindible. ¡Anímense!
Espero que te sea útil.
Dra. Aída Bello Canto
Psicología y Gestalt
Dra. Aída Bello Canto
Psicología y Gestalt
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