Tengamos presente que el impacto emocional negativo en la víctima es profundo, dudando de sí mism@ durante un largo tiempo y buscando en su propia persona las causas generadoras de este tipo de respuestas que aparecen en la otra persona:
- "si yo no hubiese dicho o hecho tal o cual cosa, ...",
- "y ... está bajo una gran presión, ..."
Tiende a someterse aún más con la esperanza y enorme expectativa de que si se comporta de diferente manera, logrará que algo cambie; esto indica que sigue sintiéndose responsable del actuar del otro: respuesta emocional que forma parte del abuso, de la violencia psicológica.
Pues bien, ¡vamos a ellas!:
El control: consiste en "vigilar" sutilmente lo que dice o hace la otra persona con el fin de ir imponiendo el modo en que se deben hacer las cosas. Todas las áreas vitales entran bajo escrutinio: las relaciones sociales, a dónde va, actividades externas (de repente "aparecen" obstáculos para la realización de un nuevo curso o estudio) y un largo etc.
Los celos patológicos: el control hacia la otra persona puede tomar esta dimensión con una sospecha permanente, vigilancia de las llamadas, del celular, a qué dedica el tiempo, amigos, ... El objetivo es poseer totalmente (recordemos que se cosifica al otro Ser).
El acoso: preguntas reiteradas, cuestionamientos constantes; seguimiento vía telefónica o apareciendo de repente en el lugar donde está la otra persona. Todo ello va mermando el espacio de acción de la víctima, o termina por asentir en planteos, aunque no esté de acuerdo, con tal de evitar el conflicto.
La denigración: el objetivo es atacar la autoestima, tomando diversos caminos esta violencia: con palabras hirientes, actitudes descalificatorias a lo que hace la otra persona, negando sus ideas y emociones, atacando sus valores, familia y/o amigos. Tengamos en cuenta que se puede descalificar a otra persona con palabras suaves (no creamos que son siempre gritos), logrando la pérdida de confianza en sí mism@. En un estudio realizado en Quebec, vieron que los hombres suelen denigrar atacando el rol materno, capacidades domésticas o cualidades como amante (estereotipo social de mujer) y las mujeres suelen denigrar atacando al rol social, su forma de expresarse, su desempeño laboral y exitoso (estereotipo social del hombre).
El aislamiento: este modo de sometimiento emocional es necesario para que pueda consolidarse en el tiempo la violencia psicológica. Progresivamente se va aislando a la persona de sus otros vínculos afectivos, de la vida social y actividades externas (si trabaja se limita a éste quehacer, con control de horarios por supuesto); si no es necesario su ingreso económico, tarde o temprano se buscará que deje de trabajar "para que se dedique completamente al ser querido". Paulatinamente la víctima empieza a aislarse sola con el objetivo de estar más tranquil@, evitar conflictos, y estar "en paz".
Las humillaciones: rebajar y ridiculizar es el punto; puede ser desde el uso de
la ironía más sutil hasta hechos vergonzantes para la víctima en la intimidad. Los insultos y la denigración sistemática van logrando un desmoronamiento interior. Recordemos que cuando se realiza en público, van teñidos con "humor".
Los actos de intimidación: el objetivo es despertar el miedo en el otro, otra muestra de quién tiene el poder en la relación. La amenaza puede presentarse rompiendo objetos ("mira lo que puedo hacerte"), dando portazos, gritos, golpeando a mascotas, conduciendo peligrosamente ante un conflicto en el auto, etc.
Las amenazas: se manipula al otro con la amenaza de la pérdida de algo o alguien: llevarse a los hijos, quitarle el dinero, gestos de golpear (para el psiquismo es lo mismo que recibir el golpe) y hasta de suicidio ("sin tí me mato").
La indiferencia ante las demandas afectivas: ignorar las necesidades de la persona, negar o invalidar sus sentimientos ("uh, siempre tan sensible"), mostrar insensibilidad ante lo que le pase al otro, rechazar o despreciar las demostraciones afectivas. Esta violencia emocional es muy eficaz y crece despacio, como todas las otras.
El maltrato ES maltrato. La repetición y la permanencia en el tiempo de una de estas maneras de maltrato emocional, varias intercaladas o todas (van en un proceso in crescendo), así como la asimetría en la relación (uno de ellos tiene el poder, no es un trato entre iguales) determina y define la presencia de la violencia psicológica.
La información es imprescindible y, en la mayoría de los casos, es necesario buscar ayuda para salir pues la autoestima esta muy lastimada y la persona se avergüenza de lo que ha aguantado.
¡No estás sol@!
Dra. Aida Bello Canto
Psicología y Gestalt
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