28 de febrero de 2016

Nutriendo día a día el Bienestar

Aida Bello Canto, Psicologia, Gestalt, Emociones, bienestar
Muchos de Ustedes conocen los Cuatro Acuerdos, tomados de la cultura Tolteca, a los cuales me he referido hace tiempo, mas su importancia me parece esencial para nutrir nuestro bienestar: recordarlos, traerlos a nuestro Ahora y ponerlos en práctica.

Comparto nuevamente los Cuatro Acuerdos, sumándoles mi mirada gestáltica, tan en sintonía con los mismos:

1- Sé impecable con tus palabras.

Todo nuestro mundo toma forma con la palabra; quizás algunos puedan recordar la conmovedora experiencia que tuvo Helen Keller - ciega sordomuda - cuando pudo por vez primera aunar la sensación de agua en sus manos con la palabra AGUA, y a partir de ahí nombrarla, dando el gran paso de salir del mundo confuso en que vivía.
Todos nuestros pensamientos, nuestros diálogos internos, creencias, opiniones, ... y nuestra interacción con los demás está pleno de palabras. Cultivar una actitud de cuidado, respeto y no juicio en el uso de las mismas para sí mismo y para con las personas, conlleva por lo menos la esencia del buen trato.

2- No te tomes nada personalmente. 

Muchos conflictos nacen de la necesidad de defenderse cuando nos sentimos atacados, el impulso de demostrar que tenemos razón, de creernos lo que nos dicen. ¿Desde dónde la otra persona nos habla? posiblemente desde su mapa interno del mundo y de cómo percibe la realidad con su propio tinte emocional. Quiero decir que la otra persona nos habla desde su propia mirada del mundo, de lo que cree, no de lo que ES.
Los humanos solemos "colgar nuestras cositas" a los otros, sin darnos cuenta que son propias. Me encanta un dicho infantil: Quien lo dice, lo es.

3- No hagas suposiciones. 

Tendemos no sólo a percibir cuanto nos rodea, sino a suponer sobre situaciones, conversaciones, caras y gestos, etc. Sacamos nuestras propias conclusiones, que suelen llevarnos a malestar, incomodidad, enojo, tristeza: nos lo tomamos personalmente.
Diferenciar lo que es obvio de lo imaginario, es una gran tarea aliviadora. Darme cuenta de la diferencia entre lo que "es" (obvio), y lo que "yo le pongo" como explicación a lo que acontece (imaginario). Y si el vínculo es importante para mí, corraborar con el otro mis suposiciones, no darlas por hechas como realidad contundente. Reaccionamos mucho más ante lo que suponemos que ante lo que pasa; y antes de reaccionar, darme tiempo para descubrir esta diferencia. Te recuerdo que ante la duda, pregunta!

4- Haz siempre lo máximo que puedas.

Para empezar ¡no estamos hablando de exigencia! Este acuerdo hace referencia a sostener la intención de llevar a cabo los tres anteriores. Mantener el ejercicio de los mismos lo más que podamos, sabiendo que a veces nos saldrá mejor que otras, un día estaremos en mejor disposición que otro, en un momento nuestra disponibilidad para ejercitarlos estará amplia, y en otros sencillamente los olvidamos. Construir hábitos que nos suman calidad de vida, lleva tiempo, mas en el tránsito siento que hago lo máximo que puedo. Un día a la vez.

¿Empezamos hoy? De a uno ... ¡porque por ahí es lo que puedo!
Linda semana.

Dra. Aída Bello Canto
Psicología y Gestalt


2 comentarios:

  1. Hola Aída: tendré en cuenta el uso de las palabras, en principio, muchas gracias por el comentario, siempre abren la cabeza.
    Un abrazo.

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