Todos tenemos adentro un conjunto de reglas que funciona en nuestro interior desde nuestra más tierna infancia. Son variables según nuestra educación, sociedad, país. Cuando faltamos a alguna de estas reglas es que aparece la Culpa.
Supongamos que tenemos el mandato/regla de "El Bienestar del otro va primero"; si deseo hacer algo que es sólo para mí porque sencillamente me gusta, o deseo independizarme del trabajo/empresa familiar o me quiero ir a vivir sol@, puedo sentirme muy egoísta al llevarlo a cabo, con la consabida culpa de solamente DESEARLO (ni qué digamos el hacerlo). Hay un aspecto interno que se siente culpable y otro aspecto interno que es el que culpa/ acusa, ya que es el Guardián de las reglas.
Entre estos dos aspectos se establece un diálogo, donde cada parte ofrece sus razones:
Culpable: "Yo quiero trabajar en lo que me gusta, ser feliz con lo que hago"
"Necesito independizarme, tener mi espacio propio"
"Ellos también eligieron en su momento; no soy egoísta"
Acusador: "¿Vas a abandonar a tu familia?"
"Con todo lo que te ha dado, ¿ahora l@ dejas?"
"¡Qué egoísta! Nada te importa"
Mientras no se llegue a un real diálogo entres estos dos aspectos nuestros en busca de una solución adecuada para ambos, donde no hay ganador ni perdedor, permaneceremos en el conflicto interno. Si concretamos nuestro deseo sin resolver este conflicto, la duración de la pseudo-tranquilidad será breve. O seguimos sintiéndonos en falta o nos sentimos desdichados con lo que hacemos. En ninguno de los dos lados estamos en paz.
Las reglas cambian con el tiempo: por ejemplo tiempo atrás en nuestra sociedad latina estaba la regla "Sólo te irás de la casa de tus padres cuando te cases"; ya sabemos cómo ha sido modificada esta regla. Así también podemos modificar nuestro código de reglas mas si no informamos a nuestro Guardián interno/ Acusador, encargado de señalarnos cuando transgredimos una regla y ésta señal es la Culpa, nos encontraremos con alta frecuencia inmersos en este "estar en falta".
La resolución viene con una íntima revisión de la regla interna, lo que llamamos actualización, que podría ser en nuestro ejemplo: "El Bienestar del otro es importante y el tuyo también. Eres libre de decidir tu vida". Iré dando los pasos adecuados hacia mi deseo y/o necesidad, contemplando al otro, con respeto y comunicación clara. A veces me entenderán, a veces no, mas se con absoluta certeza que no soy egoísta ni abandono a nadie.
Cuando no podemos resolver este conflicto interno, solemos ubicar una de las dos partes nuestras en el afuera; esto significa que me posiciono en "culpable" en mi vida y afuera voy a encontrar uno o varios "acusadores", que van a recordarme lo mal que hago las cosas, lo "egoísta" que soy. ¡Chan!
Imagínense que hay tantos mandatos como personas, ¡revisa de qué te sientes culpable! y descubre la regla a la que estás faltando. Así podrás dar pasos para la actualización de la misma, sosteniendo un diálogo interno entre las dos partes para arribar a un cambio o reformulación de la regla.
¿Compartes tu hallazgo con nosotros? ¡Gracias!
Te deseo un excelente día.
Dra. Aída Bello Canto
Psicología y Gestalt
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Hola Aida. Gran trabajo me espera porque la culpa me acompaña de manera incansable. Me pondré manos a la obra con tus pasos sugeridos. El querer complacer a todos es mi gran tema porque siempre con alguien me siento en falta. Agotador!
ResponderBorrarGracias por tu información y claridad.
Saludos,
Maria Eugenia
Hola Maria Eugenia,
BorrarGran paso ya tienes al darte cuenta que el querer complacer a los demás hace que siempre "te falte cinco para el peso". Claro que es agotador! y por algún lado la culpa se hace presente. ¡Ánimo!
Gracias por tu comentario y compartir.
Saludos,
Aida
Excelente artículo. Gracias!
ResponderBorrarRodrigo
Gracias Rodrigo!
BorrarUn cordial saludo,
Aida
Hola Aída: Me resulta muy confuso ver si siento o no culpa, a veces creo tener o sentir? una gran culpa y me pongo a pensar y no encuentro culpa de qué o puedo ver muchas culpas también, pareciera que nadara en la culpa. Me gustaría poder ver más claro.
ResponderBorrarGracias por tus comentarios.
Un abrazo
Hola Susana,
BorrarCuando sientas culpa y puedas darte un espacio de tiempo, intenta completar la frase "Me siento en falta de/ por ...", y no juzgues lo que te salga. Muchas veces el reflexionar o como dices "pensar", hace que no veas la "culpa de qué", debido a que razonas que no hay motivos; mas la regla puede ser muy antigua y por supuesto desactualizada. De ahí que te sugiero que escribas sin crítica la manera en que completas la frase. Es el primer paso para ir desenmascarando al Acusador.
EStoy para lo que precises.
Gracias por compartir!
Un abrazo,
Aida
Aida, siempre tan clara! Será el momento de traer a mi acusador!
ResponderBorrarGracias mil.
Hola, ¡me alegro de que te sea útil!
BorrarUn cálido saludo,
Aida
¡¡ Leo todos los lunes tu post y ... me suele venir muy bien. Este de la culpa pues .. que ni pintado
ResponderBorrarA.
¡Gracias A.!
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