La flexibilidad emocional se refiere a nuestra capacidad de adaptarnos, ajustarnos creativamente, a los cambios y a situaciones inesperadas. Es uno de los factores que nutre nuestra inteligencia emocional. Cuando aprendemos a gestionar nuestras emociones, darnos cuenta de las mismas, su intensidad y pertinencia con la realidad (con lo que Es y no con lo que imagino), incidimos directamente en nuestros pensamientos y nuestras conductas, aumentando nuestra capacidad de ser flexibles ante los cambios externos e imprevisibles.
Una persona flexible posee una apertura a escuchar, es capaz de tolerar las diferencias y cultiva una actitud positiva ante la vida. Esto no implica el no darle espacio a las emociones displacenteras, pues ya sabemos que todas y cada una de nuestras emociones tiene su importante función de ayuda interna para mostrarnos lo que estamos necesitando.
La flexibilidad emocional nos provee de una gran herramienta para no quedar atrapados en una emoción, aunada a todos los pensamientos que van de la mano con la misma; si estamos enojados, solemos tener pensamientos teñidos por el enojo, en detrimento del otro o de nosotros mismos (auto-reproche), y en consecuencia reaccionamos y nos comportamos desde ese lugar. Sí hemos de darle del espacio a nuestro enojo (miedo/ inseguridad/ tristeza/ etc) mas no quedar sumergidos en sus aguas solamente, dándonos tiempo para registrar qué necesitamos, qué podemos hacer al respecto y ahí ya estamos en búsqueda de alternativas, generando una actitud más ágil y abierta.
Una persona rígida cuenta con muchas menos herramientas para los cambios y retos que nos presenta la vida; comprenderse a sí mism@ y comprender a los demás se torna difícil pues suele basarse en su "mirada del mundo", en sus creencias y juicios. Todo cambio es vivido amenazante, pudiendo evitar/controlar una buena cantidad de ellos, mas otros vienen por sí solos, inevitablemente. Quien peor lo pasa, quien más padece en última instancia es la persona rígida, pudiendo verse afectada su salud física y la calidad de sus relaciones personales.
Algunos de los beneficios de fomentar nuestra flexibilidad emocional son:
- Logra un equilibrio dinámico emocional ante los cambios.
- Significativa detección del stress antes de que se instale.
- Mejor equipamiento para gestionar las incertidumbres.
- Aumenta el autoconocimiento.
- Escucha activa.
Nuestras emociones impactan en nuestra salud, nuestros pensamientos y en nuestra forma de comportarnos. Así que podemos acrecentar nuestra flexibilidad por alguna de estas áreas, ya que todas están interconectadas gracias a nuestro cerebro y sus químicos. Pensamientos positivos, actitud positiva = + flexibilidad emocional.
Palabra clave: Entrenamiento.¡si hasta para caminar, antes gateamos!
Dra. Aída Bello Canto
Psicología y Gestalt
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Aida, mi flexibilidad me ha permitido y me permite vivir MEJOR!!
ResponderBorrarA. R.
Hola A. R.
Borrar¡Maravilloso que lo has comprobado!
Gracias por compartir.
Saludos,
Aida
Hola Aida,
ResponderBorrarGracias por recordarme la importancia de la flexibilidad, para revisarme en lo cotidiano. Me queda resonando entrenamiento ... ¡cómo me cuesta!
Buen Domingo!!
Rodrigo
Hola Rodrigo,
BorrarNos cuesta a todos! Instalar hábitos constructivos, que nos suman ... es la constancia pura!
Gracias!
Un cordial saludo,
Aida