30 de agosto de 2014

Sufrir para Cambiar

Sufrir, cambiar, transformacion positiva, vinculos, Sometimiento, Gestalt, El Tornillo flojo, Aida Bello Canto
Resulta difícil entender que nosotros, las personas, necesitamos en la mayoría de los casos sufrir, descubrirnos envueltos en el sufrimiento para entonces plantearnos la necesidad de un cambio. Pareciera que necesitamos alcanzar un límite interno propio de padecimiento, para entonces desde ese lugar poder registrar que es requerido un cambio. Generalmente lo ponemos en el afuera, lo que tiene que cambiar es "esto o aquello", "él o ella", hasta que vamos vislumbrando - por el sufrimiento mismo- que somos nosotros mismos los que hemos de modificar, cambiar, transformarnos.

Hasta que no se registra con claridad el propio malestar, el sufrimiento que me habita, me apropio de mi lugar en lo que me está pasando, mi permanencia en ese espacio real o psicológico donde la consecuencia emocional es el sufrir, no hay posibilidad de cambio. Sólo entonces, me abro a la comprensión y reflexión de hacer algo distinto de lo que vengo haciendo.

¿Qué monto de sufrimiento es necesario para arribar a la necesidad de cambiar? Pues es tan variable como Seres humanos que somos. Poseemos un gran diversidad de estrategias para auto-engañarnos, justificarnos y justificar, dejar pasar, adormecernos ante las señales de larga data de malestar; sopesamos adentro nuestro una especie de costo/beneficio de permanecer en lo "malo, pero conocido".  Y sin darnos cuenta desarrollamos una enorme tolerancia al malestar.

Por ello es que es preciso en muchísimas situaciones "tocar fondo" para entonces emerger con un nuevo propósito: cambiar. En la mayoría de los casos no sabemos cómo, por supuesto, nos sentimos vulnerables, con miedo a lo desconocido, a la incertidumbre, y ... solos; profundamente solos. Ni qué decir en los casos donde este sufrimiento ha ido acompañado de silencio, muy frecuente en las situaciones de sometimiento, de dependencia emocional, de violencia física o psicológica, por citar algunos ejemplos.

El siguiente paso tras el primordial del darme cuenta que no deseo convivir conmigo mismo/a con este sufrimiento y preciso cambiar, es el de buscar ayuda (en Gestalt decimos Soportes), pues si solos hubiésemos sabido qué hacer o no hacer para generar un cambio, ya lo habríamos hecho. Nadie permanece en el malestar porque lo desea, sino porque no sabe estar mejor. Insisto mucho en esto porque hay frases circulando en nuestra cultura que a mi entender pueden ser muy dañinas; una de ellas es "Estás mal porque quieres". ¿Les suena conocida?

Aquella persona que ya ha atravesado el dolor, se ha reconocido y dignificado como persona, se ha descubierto y transformado, entonces estará en condiciones de seguir generando cambios, sus cambios, su crecimiento, sin partir del sufrimiento. Continúa su proceso para un mayor bienestar, implementa e integra herramientas para nutrirSe y nutrir sus afectos, sus vínculos y el medio que lo rodea.

Mi intención no es hacer una apología del sufrimiento, sino darle el lugar de importancia que posee. Es un motor generador, un llamado interno emocional para que nos paremos y reflexionemos "¿qué hago con esto?". Y a partir de ahí nos abrimos a nuevas posibilidades, a un cambio, a mí cambio.

Desde lo más profundo desearía que no fuese así nuestro funcionamiento humano, Sufrir para Cambiar, mas ... pareciese que es parte de nuestra condición humana. Así que tómalo como una sirena de alerta, de aviso, y fíjate si necesitas alcanzar tu límite para movilizarte internamente en otra dirección. Eso sí podemos lograr: escuchar nuestro malestar antes de alcanzar nuestro límite y no elongar desmedidamente nuestro nivel de tolerancia al sufrimiento.

Te deseo lo mejor!

Dra. Aída Bello Canto
Psicología y Gestalt

22 comentarios:

  1. Hola Aida. ¡Concuerdo con tus palabras! Y cùan desmedida es mi tolerancia. Gracias por compartir, hacerme reflexionar!!
    Saludos,
    R. M.

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    1. Hola R. M.
      Uhm... si puedes ya registrar que tu tolerancia es desmedida, en algún punto ya te das cuenta que traspasas tu límite de salud, en el sentido de que consientes, asientes, permites y concedes más SI de los que genuinamente darías. ¡Un gran paso!
      Permanece en este darte cuenta y revisa en dónde puedes empezar a "acortar" tu desmedida tolerancia.
      Gracias por tu comentario.
      Saludos,
      Aida

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  2. Cuando estamos còmodos, no sentimos necesidad de cambio alguno; muchas veces nos engañamos en esa comodidad, como dices, y precisamos una gran sacudida - de adentro o de afuera- para movernos de ese lugar. Darnos cuenta nos puede llevar tiempo, a mì me llevò tiempo. ¿gran tolerancia? sin duda alguna!
    GRACIAS.

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    1. Hola. Es difícil salir de la famosa zona de confort, y cada uno posee su propio tiempo para dar pasos hacia el cambio interno (primero adentro y luego afuera). Por tu comentario veo que ya has empezado a dar pasos; ¡qué bueno!
      Agradecida con tu compartir.
      Saludos,
      Aida

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  3. Aida, pones sobre la mesa lo obvio no tan obvio. Diversos autoengaños en los que quedamos atrapados para no introducirnos en lo desconocido, hasta que el padecimiento se torna insostenible. Yo pude ver las señales, y no les hice caso, hasta que me enfermé. ¿Es el cuerpo el gran llamado?
    Agradezco tu mirada de atención, tu mano guía hacia la reflexión.
    B. F.

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    1. Hola B. F.
      El Cuerpo es nuestra gran respuesta primitiva a la sordera emocional, para decirlo de una manera más clara. El mismo nos convoca a prestarnos atención y cuidarnos ... por algo empezamos! Y no es poco!
      De ahí que nuestro cuerpo merece todo el respeto por su eficacia en convocarnos a escucharnos de otra manera.
      Gracias por compartir tu experiencia.
      Saludo cálido,
      Aida

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  4. Hola aida no dejo de sorprenderme con cada una de tus escrituras ,pero debo confesarte que esta puntualmente me atravesó ya que estoy en plena situación de sufrimiento y siendo consiente de que necesito un cambio . Que a su ves me tiene enredada en situaciones que no quisiera estar bajo un manto que no veo la salida ,y mas aun por que siempre crei ser una persona luchadora ,con ganas de aprender ,simple,y honesta . Hoy no entiendo que paso con esa persona que vivía llena de energía positiva . Preocupándose por los demás . Todo siempre en base al amor ... Gracias por leer mi comentario seguí escribiendo te felicito por tu calides humana un fuerte abrazo .no te pongo un ánimo por que considero hacerme cargo de lo que me pasa con nombre y apellido debora Velázquez ..

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    1. Hola Debora,
      Agradezco profundamente tus palabras para este blog, sus escritos y el aliento que me ofreces con tu devolución. Para mí es muy importante pues dá sentido y significado a este quehacer desde el corazón, basada en el transcurrir de la experiencia.
      Esa persona que te reconoces que antes fuiste y que ignoras qué paso con ella - contigo- te sigue habitando adentro, ¡sin duda alguna! Circunstancias y vivencias hacen que algunos de nuestros aspectos pasen al "fondo" y otros tomen "figura", se hagan presentes.
      Date tiempo para vislumbrar qué tipo de cambio deseas, necesitas, y fíjate que primer pasito puedes hacer; recuerda que es importante buscar ayuda, no estás sola! Otra mirada puede ver con más claridad lo que hoy el sufrimiento no te lo permite ver. Paso a paso, recuerda.
      Otro fuerte abrazo,
      Aida

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  5. Querida Aida que tema desde la religión que desde chicos nos enseñan que Jesús dio la vida por nosotros, porque nos amaba y entonces el sufrimiento dado como ejemplo.... coincido con vos cuando decís que desearías que el funfuncionamiento humano no fuese así.desde mi experiencia y habiendo pasado por varios ,hoy puedo decir que afortunadamente aprendí a cambiar la química de mi cuerpo y mis emociones! Estoy agradecida a mi y a la vida que me ha dado tanto. Besos Laura

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    1. Hola Laura,
      Gracias por compartir tu experiencia. Me alegro de que hayas podido aprender a transformar la química de tu cuerpo y por ende las emociones; ser colaboradora de este cambio, que conlleva entrenamiento y constancia.
      ¡Y qué fantástico que te agradezcas y agradezcas!
      Un cálido saludo,
      Aida

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  6. Qurida Aida: Gracias por recordarme la palabra soporte, la tenia un poco olvidada... gracias por el c<ariño con el que escribis cada uno de los textos d eeste blog un abrazo grandote!!!

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    1. Querida Graciela,
      Soportes, soportes, ¡imprescindibles en nuestra vida! Abajo la omnipotencia que nos lleva a una exigencia desmedida y agotadora, cuando podemos hacer y hacernos la vida más suave.
      Gracias por tus bellas palabras alentadoras!
      Un abrazote!!
      Aida

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  7. Diantre!!! es que hasta sufrir uno se acostumbra, lo ve natural, pero
    como dices tu, llega un momento que hay un detonante, entonces
    cambias o cambias.
    Muy bueno, para que actuemos antes del daño, físico o emocional
    Abrazos, felicidades
    J.

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    1. Gracias J. por tu comentario! Así somos los Humanos ...tan humanos!
      Abrazo,
      Aida

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  8. Aida, hermoso y por el momento que estoy atravesando lo siento muy para mi. Es lo que me esta pasando. Muchas gracias por tu claridad conceptual,es muy buena y lo intentare, no seguir hasta el fondo y poder conectarme con prestarme mas atencion, que me cuesta , pero esta bueno comprenderlo. Gracia y beso grande!! Andrea Russo

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    1. Hola Andrea,
      Me alegro de que te sea útil para darte cuenta, escuchar tus señales y actuar, buscar, prestarte más atención.
      Agradezco tus palabras para con el blog!
      Un abrazo
      Aida

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  9. A veces, con tanta exigencia encima para resolver todo, podemos extender en el tiempo el sufrimiento, olvidando que hay otros medios como el buscar ayuda. Otras veces, la verguenza a abrir nuestro dolor nos impide ésta búsqueda. A mí me ha llevado mucho padecimiento el lograr entender que sin otra mirada, repito lo mismo.
    Gracias por tu claridad y, en cierta medida, ahorrarnos con información el tan valioso tiempo. Mortales, fuerte y claro.
    Zaira

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    1. Hola Zaira,
      Diste en la diana con la exigencia y la vergüenza; ambas pueden estar presentes cual obstáculo para animarnos a salir de nuestra cueva sufriente". Acá es donde creo, pienso y siento que la información ayuda mucho. Es parte de mi misión, por decirlo de alguna manera.
      Gracias a tí!
      Un cálido saludo,
      Aida

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  10. Hola Aida,
    Lo que vos decis tenes razon, el sufrimiento te hace crecer de alguna manera
    y muchas cosas tontas por las que te preocupabas, dejan de tener importancia.Yo perdi a toda mi familia, tengo primas, una en Argentina y otra lejos.Sin embargo no trato de acercarme ni a ella , ni a mis amigas , porque no quiero sufrir mas. Siempre la convivencia trae roces, tambien sufrimiento por la enf. o la muerte.Ya se que el estado en el que me encuentro es como de insensibilidad, aunque ayudo si hace falta. No quiero ni herir, ni ser herida.Vos crees que es una salida aceptable lo que estoy haciendo??
    Me dicen que me pierdo de vivir cosas, pero esas cosas ya no me interesan,solo no quiero sufrir mas, quiero paz. Tampoco la consigo, porque me molestan los ruidos y la gente en general. Caso raro el mio.
    PENSAS QUE HAGO MAL??? o es una manera de defenderme aceptable?? GRACIAS POR TU ATENCION Y TUS GANAS DE AYUDAR, SE NOTA QUE SOS MUY GENEROSA. ABRAZO FUERTE.

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    1. Hola!
      Te agradezco tu compartir, sentido y profundo, de tu experiencia de sufrir, tu aprendizaje y el modo elegido en protegerte. Nadie puede decirte si está bien o mal, pues tú eres la que sabes cuánto habrás sufrido y lo que te ha llevado a alejarte de los vínculos. Creo que en algún lugar sabes que este aislamiento de los afectos te priva de recibir afecto, cariño, etc, mas también tendrás miedo a volver a sufrir. Cada uno de nosotros hacemos lo que podemos, lo mejor que podemos. Y creo que esto es lo que haces tú.
      Estas cuidando tu paz. Que sea Paz, tranquilidad y sosiego. Ojalá sea esto lo que sientas; entonces tu protección surte efecto.
      Gracias por tus palabras! Mi intención es dar lo mejor!
      Abrazo,
      Aida

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  11. Gracias Aida por tus palabras siempre en el momento justo... Besos

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