5 de enero de 2014

La Autoexigencia como aliada.

Autoexigencia, El Tornillo Flojo, Dra. Aida Bello Canto, Gestalt, exigencia tóxica
Iniciando el año solemos hacer una lista, mental o escrita, de nuestros propósitos para el transcurso del mismo; a veces retomamos lo que quedó inconcluso del año anterior,  otras con proyectos no concretados en la antigua lista, nos lanzamos con nuevos o con la continuación de lo iniciado. Sea cual sea el lugar donde nos paramos nosotros mismos, suele filtrarse la exigencia de manera sútil y en este ahora no nos afecta ya que tenemos toda la energía del propósito, las ganas, el inicio. Mas, ¿qué pasa más adelante?

La autoexigencia puede ser una gran herramienta para llevarnos a alcanzar nuestros logros, mas también puede ser un gran obstáculo en el camino; la diferencia entre conectarnos con ser perfectibles, abiertos a mejorar, y el rozar la obsesión de ser perfectos, reside en la claridad en nuestra propia propuesta de metas posibles. Y cuando hablo de metas posibles, me refiero a tomarse cada uno en cuenta como trabajador de esa empresa/ meta/ proyecto, no solamente como el planificador/ deseador que sin darnos cuenta se convierte adentro nuestro en un gran evaluador de la manera en que hacemos o no hacemos las cosas.

Sabemos que tenemos frecuentes diálogos internos, unas veces más claros que otras, donde se recrean aspectos diversos y polares (conocidos, desconocidos y/o rechazados) y cuánta mayor claridad  podemos darle a los mismos, mayor ganancia obtenemos en nuestro autoconocimiento y comprensión de estos acuerdos o desacuerdos internos. El trabajo en gestalt de estos aspectos y su interacción interna es uno de los objetivos a alcanzar, pues no sólo apuntamos a acordar con nuestras partes, teniendo en cuenta nuestras capacidades y herramientas, sino que dejamos de poner en el afuera los enfrentamientos que tenemos adentro.

Si desconozco mi evaluador interno, esa parte mía que me exige ser bueno/a en lo que haga, cumplir con mis objetivos, no reconocerme en lo alcanzado por temor a que me "achanche" o me "duerma", sentir que siempre puede ser mejor con lo cual la sensación de insatisfacción aparece, pues lo voy a poner en el afuera, en otra persona que me genera todo lo anterior - y siempre encontramos en nuestro entorno a quién calzarle el "exigente". Según el lugar que ocupe esa persona en nuestra vida, afectará más o menos nuestra relación. Este evaluador interno le abre la puerta a la exigencia tóxica.

En el ahora mi deseo es que en las metas propuestas, cuenten con su autoexigencia como un aliado; para ello reconozcan estas partes que poseemos: el planificador, el trabajador - quién llevará a cabo lo planificado- y el evaluador - encargado de supervisar la ejecución o no ejecución en el tiempo. Y algunos tips que contemplan a los tres son:

- Pasa a escrito tu lista y ante cada cosa (aunque sea una sóla) ponle al inicio ELIJO ... o QUIERO ... Léela y fíjate si estás de acuerdo con ello; a veces lo que ponemos o pensamos es TENGO QUE ... y ahí ya encontramos un problema, pues nuestros propósitos que van de la mano con "tengo que ... " hablan del tipo de exigencia tóxica que no tiene en cuenta al trabajador con lo cual nos dirigimos a la insatisfacción o autorreproche.

- Ubica al lado de cada meta/ deseo tres columnas, para que las llenes y lo tomes en cuenta:
1) Las herramientas con las que cuento.
2) Posibles obstáculos.
3) Soportes / ayuda que necesito (buscar información, personas con la que cuento para este propósito, asesoramiento, delegar en alguna etapa, etc).

Cuando tomamos en cuenta estos puntos, propiciamos una autoexigencia sana que no convierte el deseo en obligación, ni nos conduce a la culpabilidad, resentimiento, fracaso. Nos pone en una mirada de valoración al proceso, al camino, y no sólo en el objetivo, tomando una actitud de aprendiz, mejor gestión de nuestro tiempo y auto-reconocimiento de los pasos dados.

¡Por un más humano 2014!

10 comentarios:

  1. Un tema de mi actualidad ! me quedo reflexionando como hacernos cargo de lo que somos sin poner nada afuera, me resulta una tarea difícil....... pero será cuestión de ubicarse como aprendiz. Gracias

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    1. Es un caminito a recorrer con paciencia, atención y cuidadosamente amorosos con nosotros mismos: actitudes de aprendiz. Mas, ¡qué alivio!
      Gracias por tu comentario!

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  2. ELIGO...
    QUIERO...
    "...valoración del proceso, el camino"
    Es un cambio de actitud en apariencia sutil, (no una autoexigencia) maravillosa. Ya mismo, lápiz y papel, tablet o computer... Gracias Aida

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    1. ¡Me encantó el cambio de palabras! en vez de autoexigencia, pasar a "cambio de actitud en apariencia sutil" ... y es que definitivamente como usamos las palabras, pensamos y sentimos. ¡Gracias Raisa!

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  3. Muy bueno el artículo y dirigido a ponernos metas realistas y realizables y trabajar razonablemente para lograrlas. Saludos.

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    1. Agradezco tus palabras y tu comentario Ramón. Ahí mismo va mi objetivo, metas posibles y valoración propia del proceso para su concreción.
      ¡Gracias!

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  4. Hola Aida, feliz 2014 lleno de salud y paz para ti y los tuyos.

    Muy lindo tu articulo por varias razones: buen topico, buena lectura, muy practico, muy efectivo, etc. No obstante me gustaria agregarle algunas cositas para beneficio de los lectores, espero te guste!

    Aqui vale utilizar una metafora universal como: EL CUIDADO REGULAR DE UN JARDIN Y PLANTAS con los siguientes pasos "internos" que esto requiere entre otras tantas cosas:
    a) Podar hojas muertas y foliaje no necesario
    b) Agregar agua o sacar agua
    c) Agregar sombra o sacar sombra
    d) Eliminar insectos TOXICOS e INVASIVOS
    etc etc etc
    e) ELEGIR el lenguaje que utilizamos diariamente en nuestras interacciones porque este va indirectamente a: INTOXICAR o FILTRAR en nuestras ideas, acciones, vivir. Nuestra atencion en la eleccion de las palabras que utilizamos es algo muy serio, porque debemos expresar nuestras ideas y sentimientos correctamente y no con lo que se nos ocurrio en un mili-segundo? (vocabulario) Nuestras orejas y nuestro cerebro son muy lealesy obedientes en relacion a nuestra voz, ejemplo; si utilizamos palabras obcenas se lo cree como verdadero. Y si utilizamos palabras lindas, precisas y generosas se contagia de lo mismo. Entonces, seamos cuidadosos con nuestras elecciones y de como lo tratamos a No 1.

    Muchas gracias,
    Enrique TOPO Rodriguez

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    1. Hola Enrique. ¡Te deseo un bendecido 2014 para tí y los tuyos!
      Gracias, GRACIAS, por tus palabras y enriquecedor aporte; ¡es un honor cuanto sumas, nos sumas a todos!
      Coincido contigo en cada punto detallado, apropiándonos de nuestro propio jardín y responsabilizándonos de su cuidado (abrazando tu metáfora).
      Atrajiste a mi memoria un hermoso libro, para mí, de Tagore: el Jardinero.
      ¡gracias también por ello!

      In Lackech (soy otro tú)
      Aida

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    2. Agradezco y acepto respetuosamente tus generosas palabras. Para mi es un placer compartir lo que uno aprende en este "jardin de la vida" in Lackech!

      Me alegra que tu memoria sea tan perspicaz y tu la sigas como una leal complice. Gracias a ustedes por este escenario!
      Enrique

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    3. Hola Enrique. Mi memoria es como la de cualquier hijo de vecino, lo que pasa es que tus palabras fueron un hermoso disparador para mí.
      Te pido permiso para compartir tu aporte, honrando tu autoría por supuesto, en el facebook. Me parece un acto generoso el compartir tu Jardinería. Espero tu consentimiento para ello, respetando tu decisión.
      Aquí va otra propuesta: ¿quieres expanderlo un poquito y lo subo como post en el blog? Sería un gran honor.
      Un cálido saludo,
      Aida

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